Cada 23 de septiembre se celebra el inicio de la estación mágica del año: la primavera. Y no solo eso, también es una fecha oportuna para festejar la amistad y la juventud. La analogía no puede ser mejor: la naturaleza renace mostrando su armonía y la juventud, llena de energía, proyecta el mejor momento en la vida de un ser humano para realizar todo con optimismo.
La primavera está ligada a la aparición del calor y el embellecimiento de la naturaleza, dos factores que propician la mayor relación entre las personas.
El Perú es un país joven que pasa en donde la identidad nacional se está consolidando. Los peruanos demostramos que el mundo puede ser nuestro si queremos, vemos el lado optimista de las situaciones y esto nos hace “eternos seres primaverales”, idealistas y luchadores.
El Perú es un país joven que pasa en donde la identidad nacional se está consolidando. Los peruanos demostramos que el mundo puede ser nuestro si queremos, vemos el lado optimista de las situaciones y esto nos hace “eternos seres primaverales”, idealistas y luchadores.
No por nada tenemos al norte del país la ciudad de la eterna primavera: Trujillo y más arriba está Chiclayo, la capital de la amistad. Son dos pruebas más de la riqueza cultural, natural y espiritual que Dios le ha entregado a esta gran nación.